En los últimos años, ha surgido un subgénero del corrido conocido como corrido tumbado, que ha ganado popularidad en México y entre la comunidad latina en los Estados Unidos. El corrido tumbado se caracteriza por fusionar elementos de la música regional mexicana con influencias del rap, el hip-hop y el trap, creando un sonido único que atrae a un público joven y diverso.
Los corridos tumbados surgieron a mediados de la década de 2010 en el noroeste de México y se caracterizan por ser una fusión de dos géneros musicales muy populares en la región: los corridos tradicionales y el trap.
Los corridos tradicionales son una forma de música popular mexicana que se remonta a principios del siglo XX y se originó en el norte de México. Estos corridos se caracterizan por contar historias de héroes y villanos, bandoleros y revolucionarios, y por tener una estructura musical particular con un ritmo de dos tiempos y un conjunto de instrumentos que incluyen la guitarra, el acordeón y la tambora.
Los corridos tumbados toman la estructura narrativa y musical de los corridos tradicionales, pero agregan elementos del trap como el uso de beats electrónicos y autotune para crear un sonido más moderno y actual. Las letras de los corridos tumbados generalmente tratan temas como el narcotráfico, la violencia y el amor, y su estilo visual se caracteriza por un look callejero y un estilo de moda muy distintivo.
Uno de los primeros artistas en popularizar los corridos tumbados fue Natanael Cano, quien comenzó a publicar sus canciones en plataformas digitales como SoundCloud a principios de la década de 2010. Su estilo fue rápidamente adoptado por otros artistas y productores de la región, y hoy en día los corridos tumbados son uno de los géneros más populares en México y en otras partes del mundo.
Otros artistas como, Fuerza Regida y Grupo Firme se han convertido en algunos de los más grandes exponentes del género, y han logrado una gran cantidad de seguidores en todo el mundo.
Uno de los mayores éxitos del género es "Soy El Diablo" de Natanael Cano, que ha acumulado millones de reproducciones en plataformas digitales como YouTube y Spotify. La canción cuenta la historia de un hombre que se dedica a actividades ilegales, y se ha convertido en un himno para muchos jóvenes en México y en la diáspora latina.
El corrido tumbado también ha generado controversia por las letras explícitas y violentas de algunas canciones, lo que ha llevado a la censura en algunas plataformas de streaming y emisoras de radio. Sin embargo, los defensores del género argumentan que las letras reflejan la realidad de muchos jóvenes en México y que el género es una forma de expresión legítima.
En resumen, los corridos tumbados surgieron como una fusión de dos géneros muy populares en el noroeste de México: los corridos tradicionales y el trap. Su éxito se debe en gran parte a la habilidad de los artistas para adaptar la estructura narrativa y musical de los corridos tradicionales a un sonido más moderno y actual, y a su capacidad para tratar temas de relevancia social como la violencia y el narcotráfico.
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